20 junio 2006

Esposada


Sentada en el borde de la cama le ofrecí mis manos. Él las tomó con firmeza entre las suyas al tiempo que me susurró: "Cierra los ojos y relájate. No va a pasar nada que tú no desees". Le obedecí sin ofrecer la más mínima resistencia. Sí. Tenía miedo. Pero el deseo que crecía en mi interior era mayor. Durante muchos años había escuchado historias como esta e incluso las había leído. Sin embargo aquella noche era la primera vez que confiaba en alguien lo suficiente como para permitir que que me controlara por completo.
Mi pulso se aceleró en el mismo instante en el que sentí el frío del metal sobre mis muñecas. Estuve a punto de abrir los ojos pero él fue más rápido leyéndome el pensamiento y pronunció un "¡No lo hagas!" claro y contundente. Acaté su orden de nuevo y sentí su cálido aliento en mi nuca. Sus dedos acariciaban mi espalda y la piel respondía como si ya le hubiera pertenecido en el pasado.
Me ayudó a estirarme sobre la cama y con un movimiento ágil, rápido y experto separó mis piernas. Acarició mis muslos y me susurró: "No te muevas. Bajo a la calle. Cuando regrese quiero que estés tal y como te he dejado"....

8 comentarios:

Alicia Liddell dijo...

No sé si pinchar en el anuncio de las hemorroides o en el de trabajo en casa ... Menuda duda tengo.

Bromas al margen, no sé qué ocurre últimamente que las mujeres -y lo noto sobre todo en las más "modernas"- tienen fantasías de sumisión. O no son fantasías, vamos, que de forma fortuíta o cotidiana se someten a ese tipo de prácticas.

No voy a ponerme políticamente correcta, válgamedios, pero es curioso que cuanto más independientes, rebeldes o reivindicativas son, más proclives parecen a someterse.

¿Se debe a un hartazgo de tomar decisiones? ¿A una saturación de dar órdenes? ¿Se trata de confiar ciegamente en alguien cuando vivimos en un mundo de sospechas?

Me intriga.

mireias32 dijo...

Sinceramente siempre he creído que la persona sumisa es la que realmente ejerce el control en una relación de ese tipo y, aunque pueda parecer un contra sentido, la que en el fondo toma las decisiones. Pero, estoy de acuerdo en que a priori puede parecer lo que tú dices... Un modo de delegar responsabilidades. Un "no pensar" para obtener placer. Sin embargo me consta que las realidades de las mujeres que viven ese tipo de relaciones son otras. A mí más que intrigarme el tema... Me fascina:))

mireias32 dijo...

Ah se me olvidaba.. el click correcto es el de trabajo en casa jajaja :))

Alicia Liddell dijo...

Sí que me intrigas ¿qué tipo de mujeres?

(pinché en el del maquillaje permanente)

mireias32 dijo...

Bueno es evidente que también esto va en función de los ámbitos en los que una se mueva. Es cierto que en grupo de las mujeres sumisas hay un elevado porcentaje de personas con problemas de autoestima y similares. Sin embargo, hay uno más reducido y menos llamativo formado por mujeres con un nivel cultural/intelectual alto y de gran inteligencia. Esas son las que me apasionan. Las que viven ese tipo de relación por motivos bien distintos de aquellas que aceptan un Amo porque no se quieren nada.

Alicia Liddell dijo...

Así que tenemos una clasificación: las mujeres de baja autoestima que podrían asimilarse a las mujeres maltratadas que consideran que el maltrato es "normal". Serían las víctimas, aquellas que por su formación o extracción social son proclives a admitir cualquier tipo de relación. Se sienten degradadas, pero eso sería, repito, "lo normal", como una predestinación. Ese grupo despierta compasión y precisa ayuda para salir de una situación que no desea, pero admite.

Luego estaría el grupo de aquellas mujeres que consciente y voluntariamente buscan ese tipo de relación. ¿Por qué? ¿Descargas de adrenalina? ¿Dar prioridad a las sensaciones sobre la racionalidad? ¿Abandonar el lado humano durante un rato para sumergirse en el mundo animal?

¿La búsqueda de lo atávico, de la parte irracional, de lo incontrolable?

Así que sería como una partida de ajedrez que puede pararse en cualquier momento. Pero las fichas siguen sobre el tablero, dispuestas a reanudar la partida.

mireias32 dijo...

Con respecto al primer grupo yo lo entiendo más como una necesidad de cariño que una predestinación. Considero que el proceso que se sigue es: No me gusto nada/ no me quiero nada/ No valgo nada. Como no valgo nada/ no me merezco nada... luego cualquier persona que me haga caso y me haga la más mínima caricia es válida.
Con respecto al segundo grupo la respuesta es SI a todas las preguntas que formulas :)

chuliMa dijo...

Hace tiempo leí un libro, se llamaba la historia de Gerard. Esposaba a su mujer a la cama, pero entonces a él le da un infarto y muere....

De esa minihistoria que cuentas, pueden salir muy buenos finales, pero lo dejas para que cada uno nos hagamos un final o ¿esperamos segunda parte?. Seria interesante. Aunque si yo fuera ella, cuando llegara el tipo de la calle lo hinchaba a tortas.
Saluditos, poco a poco te voy leyendo.