La que se esconde y al mismo tiempo la
que existe. La que está pero la que se desvanece casi en el mismo
instante de encontrarla. Aquella que puedes pasar media vida buscando
y otra media haciendo todo lo posible para perderla. Como es arriba
es abajo. Como es abajo es arriba. Dentro, fuera. Fuera dentro. Así
una vez tras otra en un intento de comprender cómo funciona ese
extraño mecanismo que hay en mi interior. Si ando se para. Si me
paro, se mueve. Si le doy la cara me ofrece la espalda. Si le ofrezco
mi espalda ella se esfuerza por mirarme directamente a los ojos.
Y es de locos sí. Esta obsesión por
tenerlo todo, por darlo todo. Esta necesidad de poseer también al
otro lado y no solo el mío. Pero siempre me han interesado las
pasiones, las manías, los retos y los límites imposibles. Así es
que... ¿Por qué no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario