19 mayo 2008

50 velas



Este es un regalo que me han hecho. Aquí os lo dejo para que también lo podáis disfrutar. Besos cálidos***



Frente a mi surge una silueta desnuda que brilla por el reflejo de 50 velas. Vibras. Hace 15 segundos te unté aceite de naranja hasta el último rincón; me unté de tus deseos y tus uñas afiladas. Murmuras. Caminas, recorriendo cada flama, cada milímetro de este espacio relleno de curvas, de veredas que contienen nuestros alientos. Sudas naranjas ansiosas, gajos calientes. Tomas mi mano, aceite de falanges, falanges que se diluyen cuando encuentro tu voz, recorres mis dedos, recorro tus bordes, tus pestañas que se aferran a mi espalda, descubres mis ojos y el lobo que está al borde del lagrimal, acechando tus señales, lamiendo tus ecos que se arremolinan en tu oreja. Acaricias mi espalda incendiada, lamo la hendidura que abres lentamente, viertes tus aceites, recorres mi cuello, atrapas mi respiración con la lengua, metes aceite en mi aceite, tus jugos de leona en mi cabellera eriza; viertes tu letanía en mis océanos, tus espumas de sirena en mis muelles, eres la ola que nunca rompe, la arena que se convirtió en naranja, el arrecife que cubre mis huesos. Cierras mis ojos con tu lengua, abro tus entrañas y succiono tus lazos, tus gritos añejos y beso tu lengua temblorosa, es el nudo de pulpos desesperados, es el pretexto para engarzar nuestras venas, nuestras máscaras de carne y nervios, de torrentes y cascadas, de naranjas y aceite.

Siento tus liebres jadeantes, palpitan en mi pecho, introduzco mis lobos, despacio, tratando de fluir con las llamas de esas 50 bailarinas de cera, tratando de fundirme con el aceite que recorre tu entrepierna, meseta de perdición. Tus liebres salen al encuentro, se estrellan en mis manos, mis lobos se funden, el calor de muchas pieles es la invitación a trastocar tu territorio con sabor a naranjales, palpo tus raíces y bebo tus aguas, mueves tus brazos recién horneados, y las flamas incendian nuestros mares, y el fuego derrite lobos, conejos, ansias, estirpes, ceras, camas, labios, huesos, futuros…

18 abril 2008

El bosque agitado




Corría el mes de septiembre de 1973. A las nueve en punto de la mañana Julia Puig se sentó frente a la vieja máquina de escribir. Tenía sobre la mesa todo lo necesario para comenzar a escribir una nueva novela, otra de tantas historias que probablemente jamás verían la luz. Con las palabras de Alfonso todavía frescas en la memoria dio un pequeño sorbo a la taza de café que apretaba su mano izquierda apretaba con fuerza. Contempló la ciudad rendida a sus pies y llena de vida. Barcelona se le antojaba maravillosa a esas horas de la mañana en las que todo era posible en aquella ciudad. Dejó reposar el café junto a los lápices de colores con los que más tarde destrozaría cada línea con una meticulosidad casi enfermiza. Dejó caer suavemente los dedos sobre el teclado. Dos horas después sólo una frase habitaba sobre el pulcro folio en blanco: "No basta con tener un sueño. Hay que sentir el dolor que produce para ir tras él".

31 marzo 2008

Nervios

Me preguntas si estoy nerviosa cuando sabes perfectamente que ardo en deseos que contemplar nuevamente tu cuerpo desnudo. Muero por volver a sentir tu piel ardiendo sobre la mía. Añoro deslizar mis manos y perderme en la extensa humedad que anida entre tus muslos.

No. No estoy nerviosa. Solo estoy... ¡Desesperada por tenerte!

21 febrero 2008

10 febrero 2008

Aprendiendo a seducir



Una cena de la que apenas pruebo nada porque ya tengo bastante trabajo con controlar que mis ojos no se queden permanentemente clavados en esas nalgas que adivino a través del vestido.

Una copa, dos copas, tres... Cientos de deseos. Impulsos irrefrenables. Me muevo ligeramente en el sofá que compartimos. Intento aproximar mi cuerpo al tuyo. Sinembargo tú permaneces inmóvil. Pienso que no te has percatado aún de mis intenciones. Sé que no he sido lo bastante evidente.

Durante varios minutos me planteo ser más evidente. Mostrar todas las cartas. Estoy a punto de hacerlo cuando la voz perversa que habita en mi interior me susurra: "Es más divertido el juego de la seducción. ¿Por qué no lo intentas?"

26 enero 2008

Sin comentarios

Hoy no hay palabras....

13 enero 2008

A solas con ella

Empiezo el 2008 algo tarde, eso sí. Lo hago con uno de esos maravillosos textos que me envían. Espero que lo disfrutéis.










Cenamos tranquilamente mientras nuestras charlas se suceden entre la calma, las sonrisas cómplices y las miradas entrelazadas del mismo modo que lo están nuestras manos encima de la mesa.

Estamos rodeadas de gente totalmente ajena a lo que está sucediendo entre las dos. Percibo que mi corazón se ha acelerado desde el mismo instante en el que te visto. Ahora me susurras acercando cada vez más tus labios a los míos y sin apartar tus ojos de miel de mi mirada. No es difícil adivinar las inmensas ganas que tienes de estar a solas conmigo.
Nos traen la cuenta y desaparecemos del restaurante. Mientras salimos me deleito observando tus pasos firmes y seguros. Permanezco dos pasos por detrás de ti, para disfrutar del baile de tus caderas al caminar. Tu cuerpo se apodera ya del mío y aún no estamos a solas.

Pedimos un taxi. Das la dirección de tu casa mientras continúas clavando tus ojos en los míos. Siento una pasión desbordada a través de ellos mientras que el coche arranca encaminándose directamente hacia nuestro refugio.

Ya no puedo más y mientras nos deslizamos por las calles de la ciudad mis labios se posan en los tuyos envolviéndote con la suavidad de mil caricias con mi lengua. Los suspiros intensos se abren paso en el reducido espacio que compartimos con el conductor.

Nuestras manos se encuentran y tú, invitas a la mía a pasear por tu cuerpo a mi antojo. Los botones de tu blusa obedecen a los deseos de mis dedos y se sueltan de los ojales fácilmente. Por fin puedo acariciar tu piel a través del escote intentando penetrar en el interior del sujetador. Una sonrisa se dibuja en mi rostro cuando tus pezones reaccionan mirándome desafiantes escondidos aún.

Siento cómo el taxista nos observa de vez en cuando a través del retrovisor mientras conduce. Permanece en silencio siendo testigo de lo que sucede sin intención poner fin a la escena.

Abandonas mis labios y con voz firme pero suave me ordenas que me de la vuelta y cierre los ojos. Sin dudarlo obedezco a la voz de la Dueña de mis sueños sonriente

Suavemente, juegas con los tirantes de mi vestido. Observas por encima de los hombros mi escote y tus dedos se deslizan por ellos recogiendo la suavidad de mi piel sensible, rozando mis pechos por debajo del vestido. Ahora subes la mano a mi cuello y lo acaricias mientras mi corazón se acelera cada vez más.

Me pides que mantenga los ojos cerrados y el sonido de una cremallera me hace pensar que buscas algo en tu bolso. Sin darme tiempo a adivinar que es noto como rodeas mi cuello con el collar te acercas a mis oídos y tu voz me dicta una sola frase: “ Ya sabes lo que esta noche quiero de ti. Hoy te vestirás para mi como me gusta. Hoy serás mi perra. Te quiero lasciva, lujuriosa, entregada a mi locura. Ahora serás mía y estarás para hacerme disfrutar. Harás lo que te pida. Sin preguntas. Sólo hablaras cuando yo te lo permita. Ahora deseo que la puta que llevas dentro me mire descarada a los ojos. Quiero que desafíes tus propios límites y te entregues a mí por completo porque jugare contigo a mi antojo y disfrutare de ti sin piedad

Llegamos a tu casa.
¡Por fin a solas…!


“Para “R” de “S“