08 febrero 2007

Descubriéndome





Andrea mp3.



Tomo una taza de te mientras repaso las citas que tengo para hoy. La jornada va a ser larga y noto cómo la tensión se acumula ya en mi espalda. Son las seis y cuarto de la mañana. La casa está sumida en un profundo silencio. Debería empezar a ponerme en marcha si quiero evitar los atascos de cada día. Entro en el dormitorio. Abro el armario y selecciono con cuidado la ropa que voy a ponerme. Desde que te colaste en mi mente el simple hecho de vestirme se ha convertido en un auténtico ritual.
Observo las prendas que aparecen perfectamente colocadas ante mis ojos. Algo se agita en mi interior. Sonrío. Saco una de las faldas. "Tienes una reunión con gente importante" susurra mi razón. Tuerzo el gesto y vuelvo a colocar el modelo en su sitio. Supongo que la ocasión requiere sobriedad. Así es que me decido por el traje chaqueta negro y la blusa azul. Los mocasines me llaman desde el otro lado del armario. Sin embargo ya le estoy haciendo ojitos a las sandalias de estilizado tacón.
Dejo la ropa sobre la cama. Camino unos pasos y me dirijo al cajón en el que guardo la lencería. Mis dedos pasean sobre las prendas sin acabar de decidirse. Levanto la vista y me encuentro frente a la imagen que me devuelve el espejo. Una idea perversa ilumina mis ojos al mismo tiempo que saco un tanga transparente de color negro. Miro el sujetador. Pero no. Hoy no acompañará a mi cuerpo.
Camino hacia el baño. Dejo caer la bata. Doy un paso y, enseguida, toda mi piel entra en contacto con el agua tibia de la ducha. Me estremezco. Suspiro. Ideas y recuerdos que no debería tener a estas horas de la mañana se abren paso en mi cerebro. Acelero el proceso y, antes de lo que deseo, me encuentro envuelta en el suave albornoz blanco.
Regreso al dormitorio. Seco mi piel con esmero. Cuando no queda ni rastro de agua me deshago del rizo que me ha cubierto hasta ahora. Alargo la mano y cojo el envase de crema hidratante. Dejo caer generosas dosis del ungüento a lo largo y ancho de mi cuerpo. Los ojos juguetones vuelven al espejo. Y ahí está. Una mujer desnuda, esbelta, preciosa. Aparto la vista. No estoy preparada para ese reflejo. Pero la mirada es rebelde e insiste en volver a contemplar la belleza de la que yo pretendo privarla.
Mi cabeza asciende lentamente. Descubro unas piernas. Largas, esbeltas. Los muslos torneados. Una oleada de calor me invade cuando observo el sexo perfectamente depilado. Inclino el cuello hacia la derecha intentando adivinar cada uno de los rincones que se encierra en esta parte de mi cuerpo. Me estremezo. Suspiro. Quiero quedarme ahí pero la vista sigue con su particular ascenso. Contemplo las caderas, erguidas y anchas. El vientre plano abrazado por una estrecha cintura.
Ahora quiero más. Sigo mirando y me encuentro con ellos. Los pechos firmes, tersos, suaves. Me estremezco de nuevo y con ello consigo que los pezones se ericen. Un intenso hormigueo los recorre y los sensibiliza aún más. No puedo evitarlo y acerco una mano hasta ellos. Los rozo con la punta de mis dedos. Se agita mi respiración al tiempo que algo palpita entre mis muslos.
Los ojos se clavan en mis dedos y ordenan. Ellos obedecen y pellizcan mis pezones sin piedad logrando que un agudo gemido se escape de mi boca. Dejo caer hacia atrás la cabeza en un intento de aplacar el placer. Estoy a punto de conseguirlo cuando el cuello se yergue y la imagen de la mujer excitada con la que me encuentro me enloquece. Pierdo el poco pudor que me queda y doy rienda suelta a lo que siento en mi interior, a lo que anhelo desde hace tiempo y que no me he atrevido a pedirte.
Con un rápido movimiento coloco las rodillas sobre el mueble que está justo delante del espejo. Inclino mi cuerpo hacia adelante y me apoyo sobre las manos. Me miro. Veo ante mí una zorra. Sí. La zorra que quiero ser. La zorra que está excitada y que ansía entregarte el orgasmo que se fragua en mi interior. Te puedo sentir justo detrás. Apretando mis pechos con una de tus largas manos mientras que con la otra ya vas a buscar la esencia que deseas de mí. Noto como me separas los muslos, las nalgas. Cómo tus dedos se deslizan por la humedad que me invade, me inunda, me desborda.
Algo duro, tibio y grueso entra en mi cuerpo sin avisar. Esta vez un grito de placer llena la estancia. Siento cómo dos de tus dedos entran y salen de mi cuerpo a su antojo. Mis caderas acompañan el ritmo que marcas pero, cuando creo que sigo la intensidad que tú deseas cambias el orden de las cosas. Ahora permaneces inmóvil trazando pequeños círculos en el interior de mi sexo. Lo único que puedo hacer es estremecerme y entregarte todo lo que hay en mí.
El cosquilleo se hace más intenso. El orgasmo está ahí. Lo sé. Pero no quiero que esto termine. Deseo permanecer en este estado durante horas. Sin embargo tú sabes cómo tocarme y en pocos segundos obtienes de mí lo que has venido a buscar.
Parpadeo. Veo de nuevo el espejo y a la mujer que hay en su interior. Es la imagen del éxtasis absoluto. Mi mente reacciona. No hay un ella. No hay un tú. Sólo soy yo que exploto de placer una y otra vez.

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha sido todo un descubrimiento tu blog. Me encanta como escribes y lo que escribes. Está lleno de pasión, erotismo puro, intensidad, destreza literaria y fuerza.....

Cuentas con una fan más.

Olga

mireias32 dijo...

Olga muchas gracias por tus palabras. Bienvenida a esta tu casa del placer, del morbo, de las fantasías.. de lo que quieras:)

Besos***

Anónimo dijo...

Escribes muy bien.

mireias32 dijo...

Grampus me alegra que estés por aquí. Espero que te quedes mucho tiempo. Besos***

Anónimo dijo...

Que tal manera de empezar el día, con razón escribes buenos relatos.
Saludos y un voto más

ElsA
http://mitayito.nireblog.com

mireias32 dijo...

Si Elsa no es una mala manera de empezar el día. Besos**

Anónimo dijo...

ya veo que empieza el desfile de mp3 de orgasmos... ;)

la verdad es que me parece supercreativa tu idea de ponerles texto.

Timur dijo...

que buen relato espero ver más

mireias32 dijo...

Marta: Sí Ya ha empezado la cosa a funcionar. A ver cuántos relatos regalo jajaja. Besos**

mireias32 dijo...

Timur. Ya sabes que habrá más. Mucho más:))

Anónimo dijo...

Muy caliente... Un click para ti en 20M, besos

Landahlauts dijo...

Muy agradable... mucho.

Tanto tus palabras como el "fondo sonoro"

mireias32 dijo...

Antonio sí.. Muy, muy caliente:)))

mireias32 dijo...

Landahlauts creo que puestos a elegir... El audio. Besos**

Anónimo dijo...

Qué bonitos son tus relatos... Ya tengo un orgasmo elegido para tí. Espero que te inspire.... Sólo necesito saber cómo te lo hago llegar. Un besazo.

mireias32 dijo...

Pues Susi: Lo comprimes si puedes para que no ocupe mucho espacio (si no pues lo dejas tal cual) y lo mandas a mi mail. Está en mi perfil pero de todos modos te lo pongo también aquí: mireias28@hotmail.com

Muchos besos y gracias***

Anónimo dijo...

Aiiinnnnsssss.....se me han puesto la orejas tiesassss!!!!!!
Besitos Lady ·<;0)

mireias32 dijo...

Jajajaja Conejín eso es que te gusta:)

JP dijo...

Hola ! pasando nuevamente hoy.
Saludos

Anónimo dijo...

Hola Mireias
Te felicito porque cada día tienes más lectores y un voto más por tu buen relato.

Saludos y besos

ElsA
http://mitayito.nireblog.com

Buscando dijo...

He flipado con tu idea, interesante, muy interesante, besos

mireias32 dijo...

Eloísa: Lo más flipante de todo ha sido la respuesta de la gente. Bueno ya lo iréis escuchando. Besos y gracias por pasarte***

Leicca dijo...

Mireias,
tengo que leerte, como pasa con todos los eróticos, a última hora, como para descansar el día. .-)

Tienes mis votos.
Hoy empiezo por ti.

(Si vienes y haces lo mismo, porfa, hazlo en fotoblogs, que aunque la gente al principio no lo ve... ¡¡las fotos son mías!!)

Un beso.
Seguiré viniendo por aquí.

Mariano Zurdo dijo...

Interesante y excitante idea, y muy bien llevada al blog. Da gusto (y nunca mejor dicho) el erotismo bien escrito. Enhorabuena. Ya tienes otro seguidor (y si sigo leyéndote probablemente tengas otro mp3 en breve).

mireias32 dijo...

Mariano: Bienvenido. Pasa y ponte cómodo. Besos**