10 enero 2007

En soledad



Me siento desnuda en la intimidad de mi cuarto. Entregada al deseo y al placer. Fijo mi recuerdo en tus gemidos y me deleito al comprobar cómo reacciona mi cuerpo. Mi mano derecha se mueve y va directamente hasta los labios. La lengua roza los dedos con maestría hasta humedecerlos por completo. Lentamente los pezones se endurecen y se me eriza la piel. Disfruto con la mezcla del leve frío y en intenso calor que recorre mi cuerpo. Pongo la espalda recta y separo ligeramente los muslos. Un leve dolor me saca del placer al que me he abandonado. Son mis dedos que aprietan los pezones con fuerza mientras que ahora la lengua se empeña en alcanzarlos. Bajo la cabeza un poco más hasta que me estremezco al sentir el contacto de la saliva con mi piel.
Mi mente empieza a llamarte y, fiel a mis deseos, acude tu imagen. Empiezo a sudar pero tu boca se me adelanta recogiendo con los labios cada gota que sale de mi cuerpo. Intento separar aún más las piernas en un intento de imaginar tu boca allí donde quiero que me posea. Un escalofrío me recorre cuando los mismos dedos que hasta ahora han estado aprisionando los pezones avanzan con decisión hacia mi sexo. Lo bordean apenas rozándolo. Muevo la cadera en un intento de alcanzarlos. Quiero que me acaricien, que me recorran, que me penetren. Deseo mezclar mis dedos con tu lengua. Que tu boca saboree la intensidad de mi sexo al mismo tiempo que las manos contribuyen al placer. Deseo excitarme hasta el límite. Estar al borde del orgasmo y comprobar que aún puedo ir más allá.
La humedad se desliza por mis piernas. Todo el calor se concentra ahora en este lugar. Un dedo está a punto de rozar el clítoris. Suspiro, jadeo, susurro... Mi sexo entra en contacto con la mano. Me estremezco. Quiero más, mucho más. Intento prolongar mi excitación tanto tiempo como puedo pero, el resto de mí parece pretender lo contrario y marca un ritmo pausado pero continúo. Noto cómo aumenta el cosquilleo entre mis piernas, la respiración se acelera. Ya no susurro. Ahora gimo y doy rienda suelta a deseos que jamás he pronunciado. Estoy a punto de estallar y ahora recuerdo tus palabras: "Permanece excitada hasta que regrese".
Así sea...

Con ternura, con cariño, con pasión, con lujuria, con desenfreno, con amor... Para "S"

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen blog.
Vamos a votarte diariamente, pues no nos cuesta absolutamente nada. Pasa por nuestra pagina y mira si te gusta.
Sin compromisos.

Un saludo.

http://www.20minutos.es/premios_20_blogs/busqueda/estancia+cubana/

mireias32 dijo...

¡Muchas gracias! Podeis estar seguros de que voy a pasarme por vuestra página y espero que me sigais visitando. Saludos:))

Anónimo dijo...

que siento? sin duda al leerte, se despiertan mil fantasias en mi mente, "S" es muy afortunada de poder compartir el placer que describe tu mente, tus fantasias.
Sigue soñando tan rico.
Tu musa no te abandona.
besos y sonrisas verticales para ti.
"S"

Humbert dijo...

siento deseos de alguien así.
siento deseos de recorrer a alguien así.
siento deseos de sentir así.

un placer.

mireias32 dijo...

Sentir así es fácil... Ahora sólo falta con quién...